Mis
zapatos coraza
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Los
Reyes Magos, este año, nos echaron como regalo unos zapatos, igual a todas. La
que los necesitaba y quería, los cogió. ¡Yo sí que tengo unos! Son de colegial:
prácticos, resistentes, brillantes, ¡y de aspecto duro!... Yo pensé al verlos:
“No sé si me haré a ellos, pues yo, con los pies tan delicaditos y blanditos
que tengo, que en seguida acusan una rozadura o aspereza, y me hacen callos o
heridas…” Pero, aun así, comencé a ponérmelos.
El
primer día se doblaba la piel en el empeine y me dolía, de tal forma que solo
los aguanté una hora. Traté de insistir y puse plantillas y unas medias más
gordas. La sensación era que llevaba los pies en una coraza, ¡pero que no me
herían, sino que me protegían!… ¡Y así los llevo todos los días!…